PEDAGOGÍA
DE AUTONOMÍA
Aquí se enseña cómo debe ser la relación entre el
docente y el estudiante, la educación que debe ir más allá de sus condiciones, el
docente, a la vez que va formando, se forma a si mismo por medio del estudiante.
El docente no debe inhibir
la curiosidad y la creatividad del estudiante para que estimule su capacidad de
arriesgarse. Pues al no hacerlo este repite lo leído, y no innova piensa de
manera mecánica ya que aprende pero no busca más allá de lo que dice el docente.
El profesor que piensa de
manera acertada es el que, deja que sus estudiantes vean el mundo de manera en
que este puede ser transformado. Enseña a que el estudiante se exija e
investigue, para que conozca lo que no conoce para que busque las respuestas
que quedaran en su mente durante la clase.
El docente debe exigir el
respeto de sus estudiantes, pero también establecer intimidad en el saber y las
experiencias de cada uno. Que el docente de la confianza al estudiante de
criticar y que no se queden satisfechos con lo que el docente les dijo si no
que el docente les de esa confianza para que ellos abran su mente a lo nuevo.
Enseñar no es simplemente
transferir conocimiento, pues lo que se enseña debe ser vivido y testimoniado,
poner en práctica lo aprendido en el mundo real.
Enseñar exige la conciencia
de inacabamiento, puesto que siempre estamos transformándonos, y la educación no
debe quedarse en historias, si no cada educando debe ir haciendo su propia
historia.
Enseñar exige permitir al
educando su autonomía su libertad, lo que vale es lo que se construye no lo que
se impone o exige. Sin libertad la mente no podrá volar ni crear.
La autoridad es sumamente
importante también y debe ser ejercida con sabiduría sin imponer la posición de
docente como un poder absoluto, tomar decisiones consientes y saber actuar,
estar dispuesto al dialogo entre los educandos, es saber escuchar.
Detrás de la pizarra
La profesora empezó a
enseñar en un lugar donde no existía, la confianza, autoridad ni el dialogo,
todo lo que los niños vivan en esa escuela era impuesto por la consecuencia de
los actos ajenos, a ellos. Pero la profesora les enseño a pensar por ellos
mismos tanto a los niños como a padres de familia. Ella se trazó un reto, el
cual después seria para ella una recompensa satisfactoria.
Ella motivaba sus clases
para que el aprendizaje de cada uno fuera significativo, a pesar de las
carencias de cada alumno, ella aprendido a conocer a cada uno y aprendió a
acoplarse en un ambiente que para ella no era conocido, ella aprendió de ellos.
Y así estaba dispuesta a lograr cambios
en esos niños y darles la oportunidad de sentirse importantes, les daba la
oportunidad de ser autónomos, no necesito de tantos materiales para que sus
enseñanzas fueran escuchadas sino que les enseñaba con cariño y paciencia dio más de lo que debía dar según la
sociedad. Esto nos enseña que para poder
formar debemos ser formados primero con autonomía propia, para poder propiciar
una transformación, en donde sea, que el destino nos lo proponga y a pesar de
las adversidades. Si educamos ayudamos.